jueves, 24 de febrero de 2011

Zoraida, la chica de la orquesta

Como mucho seis canciones te duraba cada traje,
de memoria te aprendiste la letra y los bailes.
Nunca te gustaba la primera parte del espectáculo
pese a que era la única en la que demostrabas tus dotes como cantante.
Entre paso dobles y rancheras, boleros y tangos, ibas animando la noche
alegrando el oído y la vista a la vez de un solo paso.
Los abuelos se iban marchando,
sólo quedaban aquellos que fueron desheredados
y yo uno más entre todos ellos. Pero yo fui el primero al que miraste
y hay que ver cómo me miraste..
Ahora toca ser sincero. La orquesta era una mierda,
no tocaron ni una de rock ni tampoco de los inhumanos,
y no tuve tiempo para el último baile.
No te vi con tu mejor traje ni aprecié tus dotes como cantante.
Era la segunda vez que vivía el mismo día
y ya iba camino de mi segunda borrachera.
Llevaba dos mil puñales clavados en la espalda que no podía ni doblarme.
Ni siquiera me acuerdo de tu cuerpo sólo me acuerdo de tu nombre
y de que eras un primor. Pero esa fue la única vez
en que la chica de la orquesta me miró y hay que ver cómo me miró..
O ¿tal vez no?

4 comentarios:

Ray Romero dijo...

Me mola, por cierto, que grandes los dos dias de aquel dia......

javi dijo...

Gracias!cierto es grandes fueron y tal vez inolvidables..yo me lo pasé de puta madre, claro que las compañías no eran para menos, jeje!!

Anónimo dijo...

Por cierto soy Berta..dos sábados en uno

javi dijo...

Bueno alguna casi durmió dos días del tirón Berta..jeje!!
Gracias por el coment,muchos besos,mua!!