viernes, 28 de octubre de 2011

Las chicas de las canciones

El otro día con motivo del próximo concierto de No Son Horas, grupo al cuál aporté mi granito de arena, me puse a recordar tiempos mejores. Tiempos en los que compartíamos mucho más que escenario y horas de ensayo que parecían minutos. Y me puse a pensar en los conciertos, lo que a mí más me gustaba, quizás porque como compositor de algunos temitas, era la forma de mostrar mi obra a la cual dedicaba gran parte de mi tiempo. Y pensando en ello caí en la cuenta de algo que nunca me dio por pensar. Era que en los conciertos resulta que estaban todos menos las chicas de las que hablaban las canciones. Había camareras infelices, camareros hartos ya de ponernos copas, chicas que se querían hacer notar, cuarentones lastimosos que mendigaban atención, chavales imberbes que no sabían qué hacer. Pajilleros confesos, vírgenes en reconstrucción. Gente que pasaba por allí y por alguna extraña razón decidía quedarse hasta el final. Gente que llegaba al final y lamentaba no haber llegado antes y nos juraban estar en el próximo concierto. Los que tocaron con nosotros y ya no lo hacían pero a los cuales nos encargábamos de hacer sentir que aun seguían haciéndolo. Profesionales del timo a la hora de pagar. Anda-recio!jeje... Parejas que se aburrían, amigos de siempre a los que casi no hacía ni falta llamar. Bellezas que se sabían y presumían. Otras que inseguras bebían para no destacar, para no perder. Borrachos y hermanos, los de siempre y nuevas sonrisas que conseguían eclipsar. Estaban todos menos las chicas de las que hablaban las canciones. Canciones que eran poesías que me alteraban el ánimo ,durante los minutos que duraba cada una, y lograban reducir mi pequeño universo a su ausencia.

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