miércoles, 26 de enero de 2011

Sequía mental

Hoy no quiero escribir,
llevo semanas pensando lo mismo.
Mi pluma, en este caso mis dedos,
cansados están de derrochar melancolía.
Y es tal mi sequía mental..
Parimos esperanza y quemamos destinos.
¿quién invento la distancia?
¿quién puso tierra y mar,
en lugar de estrellas?
Mas me dará igual, alcanzaré lo que yo quiera
si es necesario rompiendo barreras de sal y arena.
Porque es de esas tantas veces
que no sé ni quién soy, ni dónde voy.
Sólo sé que nunca dejará de brillar el Sol
y que la lluvia siempre me regalará
arco iris llenos de colores.

sábado, 15 de enero de 2011

Si te vas

Si te vas, no me digas dónde.
Si te vas, sólo dime cuándo.
Y aprovecharé cada segundo
para emborracharme
del manjar de tus labios.
Si te vas, no me digas cuánto
para no tachar como un preso
los días en el calendario.
Si te vas, beberé las lágrimas del llanto
que se viene con tu ausencia
y para achicar pondré dos cazos.
No me pidas que te riegue las plantas
yo las únicas que quiero,
son las de tus pies.
Si te vas, no te busques otro abrigo
en las noches de verano.
Si te vas, quédate conmigo.

martes, 11 de enero de 2011

Arriba el berberecho

Vuelvo de nuevo tras el breve parón de navidad a retomar mi labor. Hemos sobrevivido a las fiestas del derroche y también a los ataques de las chirlas/almejas asesinas. Yo en mi casa ya por estas fiestas no las pongo en la mesa, será porque en mi curro del hospital todos los años viene alguno que sufre uno de sus mortales ataques en forma de atragantamiento y algunos vienen ya cianóticos perdidos y se llevan de regalo anticipado de reyes la correspondiente extracción endoscópica de la cáscara de estas chirlas/almejas asesinas. Esto no quiere decir que sólo pase en estas fechas pero me pasa algo parecido como cuando te vas a comprar un coche. Al principio cuando estás dudando de comprarlo prácticamente no lo ves por las carreteras y una vez lo compras, pensando que eres de los primeros que lo tiene, no paras de verlos.. ¡hasta tu vecino de abajo tiene uno! O como cuando piensas que ha bajado el índice de natalidad del país porque ya no ves niños en las calles, ni mujeres embarazadas y de repente la novia de tu vecino de abajo (si, si, el del coche como el tuyo..) os da la noticia de que está embarazada. Desde ese momento oye, que bajas a por el pan y te cruzas en cincuenta metros, seis carritos de bebé con sus respectivos pequeños ocupantes. Es entonces cuando a mí me da por pensar que quizá no sea un tío tan observador como me creía. Yo que lo primero que vi de la fachada de la Universidad de Salamanca fue la famosa rana o que siempre encuentro a Wally y su bastón nada mas pasar la hoja.. Así que nada lo dicho, que no pongo ya chirlas/almejas en la cena de Navidad o Noche Vieja, ¡con unos berberechos de lata van que chutan! y así nos ahorramos el disgusto.

Por cierto hablando de ser observador, ¿os habéis fijado que hoy es capicúa?
Eso no sé si es bueno o malo...ya os contaré.