Pólvora y Risketos

Nunca se me ha dado bien eso de poner títulos a las cosas. De hecho en el grupo de música en el que tocaba yo escribía algunas letras y los títulos de los temas los ponía Claudio ya que eran bastante más originales que los míos, aunque no tuvieran nada que ver con el tema en cuestión. Los títulos que yo ponía se limitaban a repetir la primera frase de la canción o del estribillo haciendo un esfuerzo sobrehumano tratando de encontrar las palabras adecuadas. Mientras que Claudio, por ejemplo titulaba un tema de amor, como: "Magia muerta, vendo Opel Corsa". Y uno de desamor lo tituló "Billete de vuelta".
A veces resulta que tienes que darle más vueltas a los títulos que al propio tema en cuestión. Y no nos paramos a pensar en la importancia que éstos tienen. Yo empiezo a escribir y pienso en cómo puedo expresar algo de forma que suene melódico cuando lo estás leyendo o paso un rato tratando de encontrar alguna metáfora inspirada. Pero lo peor viene cuando acabo y veo que me falta lo más importante..EL PRINCIPIO!! Y no deja de sorprenderme esa extraña costumbre de dejar el principio para el final. Supongo que será por no sugestionarme a la hora de escribir sobre algo. Pero si a lo que he escrito no le pongo título me resulta que queda como vacío, inerte.
De un tiempo a esta parte no son canciones lo que escribo, son idas y venidas de pelota, pero aún así me resulta igual de importante titularlas.Ya no puedo "delegar" en Clau la responsabilidad de poner los títulos. Ahora he de asumirla yo solo y es un miedo mucho mayor que el de enfrentarme a un papel en blanco. Los títulos son como los nombres en las personas y de ellos depende muchas veces el que alguien lea lo que has escrito.
Por todo esto hoy me paré a pensar en un buen título. Algo que pudiera resultar llamativo y original. Lástima que lo que he escrito no esté a la altura de su título.